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Sant Cugat: Pagos que enturbian ocho operaciones

Una investigación de EL PAÍS revela varias donaciones por el 3% de obras

Oriol Güell
Agentes de la Guardia Civil salen del Ayuntamiento de Sant Cugat en la operación anticorrupción del pasado 29 de agosto.
Agentes de la Guardia Civil salen del Ayuntamiento de Sant Cugat en la operación anticorrupción del pasado 29 de agosto.cristóbal castro

Una investigación de EL PAÍS, basada en nuevos documentos y en el sumario del caso 3%, revela una estrecha relación entre varias adjudicaciones del Ayuntamiento de Sant Cugat, donaciones a las fundaciones de Convergència y, en algunos casos, decisiones municipales criticadas por la oposición municipal por favorecer a las constructoras. Los que siguen son, ordenados temporalmente, los casos más destacados, en los que las aportaciones al partido ascienden al 3% casi exacto del contrato. Salvo donde se recoge, las empresas y sus administradores —varias ya no existen tras quebrar por la crisis— han declinado ofrecer su versión. Estos 

La Bòbila-La Serreta. Las obras de urbanización de un sector de la ciudad fueron adjudicadas por 2,47 millones en marzo de 2008 a una unión temporal de empresas (UTE) formada por Grupo Mecanotubo y Api Movilidad. Poco después, y en apenas dos meses, las adjudicatarias hicieron cuatro donaciones a las dos fundaciones de Convergència (CatDem y Fòrum Barcelona) por un total de 69.000 euros. La cifra asciende al 2,8% del importe de la obra.

Complex Esportiu Mira-sol. El polideportivo salió a concurso en mayo de 2007 y a él se presentaron dos aspirantes. En febrero de 2008, con el proceso aún abierto, el que acabó resultando ganador donó 25.000 euros a CatDem. La adjudicación se produjo en abril y, tras la firma del contrato, la UTE contratista —creada solo para este proyecto y formada por Construcciones Pai y Lleure Esportiu— hizo dos donaciones a CatDem y Fòrum Barcelona por 134.000 euros. Los pagos ascienden en total a 159.000 euros, un 3,2% del valor del contrato. Posteriormente, la UTE fue incapaz de acabar el proyecto y rompió unilateralmente el contrato. Pese a ello, Sant Cugat le devolvió los 240.000 euros depositados como fianza. Este diario ya avanzó los pagos de la UTE tras la adjudicación, pero ahora ha confirmado el pago anticipado de Construcciones Pai.

Edifici Rabassaires (I). Promusa, empresa municipal de Sant Cugat, adjudicó en septiembre de 2006 un edificio de 72 pisos sociales a Construcciones Bruesa. La empresa entró pronto en graves problemas financieros y, en abril de 2008, el Ayuntamiento aceptó que dejara la obra a medias y le pagó 2,6 millones por los trabajos hechos, aunque le impuso una indemnización de 300.000 euros. Esta cantidad era inferior al coste que el parón suponía para las arcas municipales, pero Sant Cugat lo aceptó para salvar otras dos obras que Bruesa tenía en marcha en la ciudad. La constructora donó poco después 60.000 euros al partido.

Edifici Rabassaires (II). Promusa adjudicó el 30 de marzo de 2009 la continuación de las obras a Teyco por 4,65 millones de euros. En los meses siguientes, la empresa donó 100.000 euros a CatDem y 43.800 a Fòrum Barcelona. La cantidad total asciende a 143.800 euros, un 3,09% del importe del contrato. Esta obra está siendo investigada por la Fiscalía Anticorrupción. El sumario del caso revela cómo la oferta de Teyco fue considerada como baja temeraria durante la tramitación del concurso. El Consistorio y Teyco defienden que la empresa justificó adecuadamente las razones que le permitían ofrecer un precio tan bajo, por lo que pudo ser repescada. Un informe jurídico encargado por el juez del caso, sin embargo, sostiene que “no está justificada la no exclusión de Teyco por baja temeraria”. La constructora afirma que hizo “las donaciones de forma legal y transparente” para “contribuir al avance de la sociedad catalana, sin tener ningún fin económico o de negocio”.

Edifici Francesc Macià. Promusa sacó a concurso otro edificio de viviendas sociales el 22 de marzo de 2010. Tau Icesa, la empresa ganadora, había donado solo siete días antes 25.000 euros a CatDem. El concurso se adjudicó el 30 de julio, solo tres días después de que la empresa hubiera hecho otra donación de 34.000 euros. Tau Icesa hizo dos nuevas donaciones por 50.000 euros poco después. Los pagos ascienden en total a 109.000 euros, el 2,91% del valor del contrato.

Fábrica de Sharp. La multinacional del juego Cirsa donó entre 2011 y 2015 un total de 900.000 euros a Convergència a través de un convenio, según reveló este diario hace 10 meses. Los pagos empezaron en junio de 2011, solo cuatro días después de que la empresa ganara 30 millones de euros en una operación impulsada por la Generalitat —en este caso el Ayuntamiento no participó en ella— en la que consiguió por solo un euro la fábrica de Sharp. Los pagos ascienden al 3% de los beneficios obtenidos por Cirsa.

Mercat Mira-sol. Sant Cugat adjudicó la reforma del mercado el 1 de marzo de 2012 por 804.000 euros. Solo 12 días después, el Grup Soler donó 25.000 euros a CatDem, el 3,11% del valor del contrato. La empresa afirma que “la donación, como otras hechas a esta fundación, no fue hecha en relación con ninguna obra pública”.

Investigacion@elpais.es

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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